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Bienvenido a la versión simplificada del proyecto Tono-G, un espacio de producción y experimentación con el lenguaje que no ambiciona hacer literatura sino algo mucho más elemental: generar texto. Se trata de un afiche lleno de ideas, palabras e imágenes que te invita a pensar y a ver más allá de la inmanencia de las cosas. Este es mi espacio de collage en el que me propongo hallar el tono de las cosas, mi tono de las cosas. Los invito a acompañarme en esta búsqueda. ¡Comencemos nuestro recorrido!

Monday, October 10, 2011

Cenicienta/s


Als es nun Abend war, wollte Aschenputtel fort, und der Königssohn wollte es begleiten, aber es entsprang ihm so geschwind, daß er nicht folgen konnte. Der Königssohn hatte aber eine List gebraucht, und hatte die ganze Treppe mit Pech bestreichen lassen: da war, als es hinabsprang, derlinke Pantoffel des Mädchens hängen geblieben. Der Königssohn hob ihn auf, under war klein und zierlich und ganz golden. Am nächsten Morgen ging er damit zu dem Mann und sagte zu ihm keineandere soll meine Gemahlin werden als die, an deren Fuß dieser goldene Schuhpaßt"  
Brüder Grimm - Aschenputtel

Digamos que en la versión alemana de los Hermanos Grimm noes la magia ni el accidente lo que despojan a la cenicienta de su zapato deoro, sino la astucia de un hombre ambicioso que no está dispuesto a dejar queel objeto de su deseo se desvanezca por tercera noche consecutiva en laoscuridad del campo. Dicho de otra manera, un hombre inteligente y acostumbradoa obtener por la fuerza lo que considera que debe ser suyo le tiende una trampaa esa enigmática dama y, si bien no logra retenerla en el palacio, consigue unaprenda que servirá para emprender la búsqueda. En el transcurso del díasiguiente, los narradores nos muestran mujeres tan ambiciosas como el príncipemismo que son capaces de mutilar los dedos de sus pies y sus talones para quepor medio de tales ardides puedan acceder al trono. Sin embargo, y ahora sí pormérito del azar, es Cenicienta la primera mujer del reino a quien el delicadozapato le calza perfectamente. Eso basta para que se produzca el reconocimientoy para que el príncipe “sepa” sin más que esa y ninguna otra mujer que posea elmismo tamaño de pie es su mujer.

La versión francesa – la más conocida por todos – es, aún ensu registro de fantasía y magia, mucho más verosímil que la alemana y bastantemás semejante a la china que remontándose en su datación al año 850 a.C. es –vale recordarlo – la más antigua de la que tenemos noticia. A propósito de ello,no deja de ser interesante de que más allá de discordancias tales como que hayasido los huesos de un pez encantado, la bondad de un hada madrina o unpajarillo amigo de la difunta madre lo que le facilita al personaje sumetamorfosis, la historia de Cenicienta es una y a la vez muchas. Cada una delas versiones que conocemos comprende al resto, puesto que cada acción relatada—al igual que la vida — es una elección entre tantas otras posibles. No hayverdadera contradicción entre las versiones: una niña huérfana de uno de suspadres vive en condiciones serviles hasta que por la intervención de algunafuerza sobrenatural se le facilitan los medios para poder concurrir al bailereal disfrazada de noble. En el baile el príncipe se enamora de su figura casipor encanto; ella, quizá por considerar que si el príncipe supiera quién es enrealidad ya no la querría, huye dejando detrás una pieza de su calzado. Elpríncipe recoge la sandalia y emprende la ridícula empresa de asumir que elmejor método para identificar a su amante entre las mujeres del reino no resideen lo que ven sus ojos, sino en la evidencia de que aquella prenda se correspondacon una única mujer. Así, cenicienta es hallada por su príncipe, rescatada dela vida servil y convertida en parte de la familia real.

Snježana Vidović (2006) - Cinderella - oil on canvas

Aparentemente quedan muchas cenicientas por ser escritas.Habrá que buscar nuevas magias que nos permitan el cambio de ropa, reconocercuáles son las madrastras malvadas a las que hemos de burlar, que ocasión seconstituye en un baile real y quién a quién de todos los príncipes de todos losreinos nos conviene dejarle que nos robe uno de nuestros zapatos.
Me pregunto qué hubiera sido de aquella muchachita si en vezde perder un zapato – de oro o de cristal, ¿qué más da? – hubiera perdido elmoño que adornaba su sandalia. ¿Sería el príncipe capaz de hallarla?  Esperemos que la respuesta a mi pregunta sea “sí”,porque cenicienta quiere ser encontrada y porque el príncipe no dejará debuscarla ridículamente con ese moño en la mano.


1 comment:

  1. Me encanto! :)
    (y no es una mentira ni blanca, ni negra, ni nada entremedio).

    "El principe", una posibilidad de cambio, de transformación personal, a partir de una perdida azarosa (o no?).
    Como deciamos el otro día ... para ganar, hay que perder!

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