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Bienvenido a la versión simplificada del proyecto Tono-G, un espacio de producción y experimentación con el lenguaje que no ambiciona hacer literatura sino algo mucho más elemental: generar texto. Se trata de un afiche lleno de ideas, palabras e imágenes que te invita a pensar y a ver más allá de la inmanencia de las cosas. Este es mi espacio de collage en el que me propongo hallar el tono de las cosas, mi tono de las cosas. Los invito a acompañarme en esta búsqueda. ¡Comencemos nuestro recorrido!

Sunday, December 11, 2011

Oscuridad (Non serviam)


A veces creo que existir se reduce a contemplar la luna girar indiferente noche tras noche sobre nuestras camas. Aquellas luces que parecían tan frescas y tan claras se desvanecen en el abismo de la conciencia humana. 

Cuando uno descubre la verdad – que el tiempo y el espacio son ficciones humanas, ni más ni menos que las religiones, los ideales políticos, las grandes causas de la humanidad, o el más insignificante y burdo hábito cotidiano – uno repara en que no existe el orden sino el caos, que no existen las noches y los días sino una eterna oscuridad interrumpida por los destellos de nuestra imaginación. 

Entonces, todo se vuelve confusión. Me pongo de pie y contemplo de cara la realidad tal cual es sin sufrir ya los engaños del espejo y veo con terror que entre lo que no es y lo que es no hay nada, que entre la vida y la muerte no hay sino la ficción que pasivamente aceptamos generación tras generación. Nuestro mundo es pura mentira. Nuestra conciencia, una excusa para evitar la angustia. 

La locura y la monomanía invaden la mente de los que logran ver fugazmente el mundo tal cual es. Eso es lo que cegó a Saulo, lo que convirtió en estatua de sal a la mujer de Lot, la religión que predicaba la más fiera de las gorgonas, el abismo que hallo en su alma Pirrón al dudar, el reverso de la trama que tejió Descartes, esa hostia que disponemos en nuestro altar. 

En el cristianismo, sólo el sacramento de la comunión es real: ¿pan y vino? ¿carne y sangre? ¿cómo puede ser ambas cosas y ser en esa síntesis algo más? ¿cómo es que eso que es todo no sea a la vez nada? ¿cómo es que un pan es carne pero no se ve ni sabe a ella? La esencia de los que creen en el misterio de la transustansación, como así también la de los que creyeron que podían someter el mundo por medio de la alquimia, consiste en saber que todo lo que una cosa es (y también lo que no es) coexiste en un mismo plano. No hay verdad y mentira, no hay luz y oscuridad, sólo silencio y angustia en un universo autogenerado y confundido en su orfandad. El mundo es un palimpsesto, un fraude, un sueño, una ilusión. 

¡Es cierto!: Creo en el amor, creo en la verdad, creo en la justicia; pero también creo en el odio, en la mentira, en la vanidad. Pero lo que creo por sobre todo es que éstas y aquéllas no son sino lo mismo, una misma realidad, una misma mentira, una misma oscuridad. 

Si alguien llora en su confusión por la materia que ha sido profanada, lo hará a sus expensas. Naci solo y sólo para ver; he visto sólo para morir en soledad. Porque la soledad es la única compañía para quienes tienen la condena de saber que nadie cuando abraza lo hace de verdad. 

William Adolphe Bouguereu (1862) -Les Remords d’Oreste
oil on canvas (227 x 278 cm) 
Apagaré todas las velas que perturban esta habitación y hundiré en el hierro la única verdad que todavía puedo asir: el dolor, la mortalidad, el olvido en el que se sume mi alma al descubrir que ella misma no existe. Quizá así deje de ver lo invisible y estos delirios que son más reales que esa realidad que mis ojos ya no han de ver se vuelvan polvo y ya no duelan amargamente en mi pecho.

Sunday, December 4, 2011

Philopannyx kaí Nyktelios


But darkness for you is not dark
and night for you shines as the day.
(Psalms  139, 12)


The Empire of Light - René Magritte
En el estrábico reflejo de su mirada ebria danzaba gozosa mi tenue figura tallada por la lujuria de sus manos, bailaba casi con la misma gracia divina que impregna a los ángeles de la natividad mística de Botticelli. En esta escena, - diferencia digna de mencionar - el domo dorado que corona la mencionada obra se formaba en la superficie convexa de sus las pupilas por la acción de los primeros haces de luz que rayaban la mañana, filtrándose invasores por las hendijas de aquellas avejentadas persianas. No hubo tiempo de reaccionar, el día nos había pescado in fraganti a mi nuevo amigo y a mí, desnudos y a punto de dar un salto evolutivo en nuestra especie. Interrumpido nuestro tributo a Darwin por el resplandor de la mañana, hube de cobijarme temeroso a su lado en las penumbras que aún abrigaban la noche de aquel cuarto para que las saetas de Febo no alcanzasen mi blancura.

En efecto, la Noche se había alejado ya llevando consigo su manto de estrellas para decorar el otro extremo del globo. En su apuro, había partido olvidando que aún los amantes tardíos estábamos jugando a ofrecerle nuestro culto. El castigo por haber desposado a la noche es que ella celosa se apura a pasar cuando nuestros cuerpos juguetones caen por azar en las cándidas manos de uno de los sacerdotes que administran su ministerio en el misterio de las penumbras, pliegues de la diosa Nox en los que copulan los fieles sin recuerdo de la luz que está a punto de invadir la tierra. Afortunadamente, el ancestral dios Érebo, nacido del Caos, nos ha sabido reservar siempre algo de su esencia en los contornos de nuestro escenario; quizá suceda esto porque en el desorden de nuestro proceder accidentado le recordamos con nostalgia el cruel imperio de su padre en el inicio de los tiempos, allá donde la memoria se pierde y sólo el mito hace eco. Ciertamente, el frenesí que acogía nuestra excitación era mezcla de vida y muerte violentamente amalgamadas en cada beso, en cada mordida, en cada caricia apresurada.  Con ello no me cabe duda de que cuando uno se aproxima tanto al abismo de los placeres, difuntos y vivientes por igual envidian nuestro culto e insultan nuestro credo esperando que caigamos para poder descansar.
"Amor Sagrado, Amor Profano", de G. Baglione. Roma, 1602.

Decía entonces que la noche retrocedía en tanto el día amanecía, y que mi cuerpo se acurrucaba bajo las alas de  mi ángel nocturno en las últimas sombras del amanecer. Sus besos se multiplicaron por miles y sus caricias por millones. Un susurro en el oído bastó para que comprendiera que la noche continuaba viva debajo de aquellas sábanas.

Obediente y fiel a mi Diosa y a fin de no turbar la presencia de aquel alado protector, volví una vez más a vestirme de desnudez. Después de todo, los ángeles - al igual que las palomas - son tan libres que uno  nunca puede estar seguro de cuándo se irán volando en busca de climas más cálidos o de si acaso alguna vez volverán a visitarnos, a escribirnos, a invocar nuestro nombre. Nyktelios era el suyo; Philopannyx , el mío. Ambos enamorados de la noche.

Sunday, November 20, 2011

Es Tiempo (2010)


Es tiempo de salir adelante, de dejar de llorar sobre el mármol y dejar a un lado un pesado abrigo que ya no es necesario. Es momento de secarse la cara y mirar directo al sol, por más que duela y no se vea más que resplandor. Es hora de subir las escaleras, salir de las catacumbas y buscar aire fresco y nuevo. Es momento de entrar en acción, de dejar atrás la inercia en los sentidos y en la acción, en las emociones y en los sentimientos del corazón. Es la hora que se acerca, no es la hora que se va, la que cuenta en nuestros días, la que vengo a gastar. Es la era en que despierto, la edad de florecer, es el tiempo de los muertos que vuelven a nacer. Es el tiempo de enderezar la espalda y andar erguido. De reconocer mis intereses y reconocerme en el espejo. Es momento de desperezar las piernas y saltar corriendo, correr saltando, cantar bailando y bailar cantando. Es el tiempo de sembrar, porque aunque recién estemos cercanos al fin del invierno interior, sabemos que la primavera del corazón es anticipo del otoño de los años que seguirá a los calores del verano juvenil. Hay que salir de debajo de la tierra y pisar firme sobre ella, trabajar nuestros recursos y prepararnos para que mañana esté cada día más pronto a ser hoy. Es tiempo… o quizá no sea tiempo… no sea el tiempo el que manda, el que sana, el que salva, sino la esperanza de lo que podemos hacer con él. Tiempo, es un regalo que llama como una campana colgada en una iglesia centenaria que la ciudad ha devorado en el olvido de sus ruidos cotidianos. Es tiempo… es el tiempo…

Monday, November 7, 2011

Desnudos

Lady Godiva by John Collier 
Es común cuando atravesamos esos periodos de angustia y opresión que parecen coartar nuestra libertad que nos rebelemos y hagamos algo radical, algo que rompa y estalle el ruido de lo cotidiano y produzca silencio. Algo así como lo que hizo Lady Godiva un par de siglos atrás en Coventry. 

Claro, después de todo no deja de ser una idea tentadora: esperar a que nos crezca el pelo hasta la cintura, teñirnos de rubio y alquilar un caballo para recorrer la peatonal desnudos simulando que lo nuestro es un acto de militancia contra los inacabables aumentos inflacionarios que agobian más que el calor de una siesta en verano mientras le ponemos mala cara a los Peeping Tom que miran nuestra desnudez a escondidas. Por supuesto, todo esto llevaría meses y probablemente la angustia ya nos haya consumido para cuando al fin podamos desplegar esta estrategia. 

Otro plan (o plan “b”): comprar ropa. Es algo que siempre ha ayudado a que la gente se sintiera mejor y, ¡qué mejor acto de rebeldía que buscar un atuendo que exteriorice exactamente lo que queremos decir pero nadie quiere oír! Nuevamente, el folklore nos ha dado lecciones sobre lo imprudente que es pensar que somos inteligentes al elegir nuestros atuendos y sobre lo caro que sale vestirse bien. Recordemos sino el traje nuevo de aquel emperador que desfiló por las calles de la capital de su reino generando un gran desconcierto hasta que un niño (¡sí, un niño!) lo señaló y puso en evidencia lo que nadie se atrevía a articular: la desnudez del emperador. Si mal no recuerdo no fue el mejor día para la gestión de aquel monarca. De hecho, creo haber oído que nunca más se animó a salir en público. 

La otra idea que me viene a la mente como una escapatoria fácil a la rutina, como un pasatiempo rebelde, es posar desnudo entre los cortinados rojos de mi cama y dejarme unas medias blancas para quedar así por horas, imaginando que Delacroix pincela mi figura sobre un lienzo de 26 x 33 cm. ¡Pero qué torpe! ¡Si es que las cortinas rojas están en la tintorería! 

Pues bien, queda demostrado que la rebelde desnudez no es algo inventado hoy. Queda claro que es difícil innovar. Queda claro que los impuestos vienen oprimiendo y causando angustia desde hace rato. Queda claro que la moda es engañosa, cara y caprichosa. Queda claro que acabar como parte de una exposición permanente en Louvre es algo que le puede pasar a cualquiera. Por sobre todas las cosas queda claro que si es angustia lo que uno siente, desnudarse y hacer algo divertido y público es la solución. 

El desnudo de las medias blancas. (oil on canvas)
by Ferdinand Victor Eugène Delacroix

Entonces, siento que no tengo tiempo para mí mismo y que me han desnudado los impuestos, que siempre alguien violenta con su ojo mi intimidad y se deleita en su mirar, que alguien se ríe en su ignorancia de mi idiotez hecha carne, siento que no soy muy diferente de Lady Godiva, el Emperador o esa misteriosa y pálida mujer que inmortalizó Delacroix. Yo siento que puedo desnudarme y quedar aún así vestido; siento que puedo recorrer la ciudad, posar para la foto, dejarme retratar, porque en definitiva no estarán viendo más que mi superficie. Por dentro, aunque me tapara con los más finos y delicados géneros la carne, sigo desnudo y con frío, sigo expuesto a las miradas inquisidoras de los curiosos, sigo siendo objeto de burla de los que no me entienden. 

Hoy me he propuesto trocar el tono solemne y poético de mis frecuentes publicaciones para retomar un tono más íntimo y coloquial, a los fines de que en este escrito sobre desnudez pueda verme a mí mismo al desnudo hablando con Uds. 

No se alarmen si me ven desnudo. Escribo para desnudarme. Escribo desnudo. Es algo natural. Es algo que pasa. Quizá me recuerden por eso. Quizá gracias a mí frenemos la inflación. Quizá imponga moda. Quizá el anónimo misterio de mi imagen quede atrapado en algún museo. Quizá sea hora de ser libre y esclavo, de andar desnudo y tapado, de correr y saltar, de ser rebelde. Aprovechemos los 30º y denudémonos ya. Dicen que es el humor el humor hace tolerables todas las cosas.

07/11/2011

Friday, November 4, 2011

Grito en el silencio [2005]

"Gritos" by Adriano Agulló from Elche, España

Tantas palabras ahogadas, tantas miradas calladas, tantos abrazos no dados, tantos besos perdidos, tantas piedras en el camino, tantas puertas nunca encontradas, tanto silencio en la mochila.

Tanto pesa este polvo que todo el silencio de nuestro interior se revuelve, comienza a revolucionarse, se amotina, y de repente estalla, rompe con todo, se hace grito.
Grita la voz ya ahogada del silencio que la aturde, grita fuerte para ser oída, grita para que sus palabras sean convertidas en acciones. Grita la humildad, clama el amor, gime la misericordia, susurra la serenidad, entona la armonía, vuela la paz.


Se hace remolino; el silencio ya no es silencio, ya nada está calmo.

De las sombras de la nada el amor sacó flores y de éstas la miel. De este silencio se quiere sacar a fuerza de verdad los trapos al sol para que lo que un día nos hizo callar ya nunca más vuelva a amenazarnos.

Thursday, October 20, 2011

Extrañar es una cosa

"La reproduction interdite" (1937) 
René Magritte
Una cosa es extrañar algo que se rompió, que se perdió, que robaron, que prestamos, que alguien se llevó o que trocamos por algo nuevo. Una cosa es extrañar a alguien que quisimos mucho y que siguió su camino o extrañar a alguien que ya ha muerto. Una cosa es extrañar momentos de nuestras vidas que germinan en nuestros recuerdos y perfuman nuestras tardes e iluminan nuestras noches. Una cosa es extrañar los lugares en donde uno ha sido feliz o en donde uno ha estado cómodo pudiendo encontrarse a sí mismo y a los demás. Pero lo más terrible es descubrirse frente al espejo y sorprenderse porque la imagen devuelta no sea de veras un reflejo, la más terrible es en ese momento descubrir que aquello que con más dolor se puede extrañar es uno mismo. Para poder extrañar algo, ese algo tiene que haber quedado fuera de alcance, haberse desvanecido en el aire o (y ojala sea este el caso) haberse escondido en algún rincón que ni podemos evocar. Hoy me he quedado mudo pero no por eso sin palabras y en este discurrir de mis ideas miro y veo, y lo que veo es que me extraño de mi mismo y que en esa extrañeza me extraño cada vez más. Sobre todo extraño ese fuego, esa hoguera, que me hacía vivir cada día con intensidad, la semana repleta de cosas distintas, las horas repletas de pasión y con ganas de saber más, de vivir más, de ser más. Ahora… todo se ve cuadriculado y es la cinta métrica cuando no la balanza o el traicionero reloj lo que mueve casi por inercia los engranajes de una rutina que ya harta de homogénea no necesita agenda. Y aunque hoy sienta que una cosa es extrañar algo y otra cosa es extrañarse, se en el fondo que por lo menos extrañar algo ya es una cosa, extrañar algo es un comienzo, es un despertar.


El texto anterior fue escrito y publicado vía Facebook en Enero/2010, altamente condicionado por los efectos alienantes que el trabajo en el que estaba empleado por aquel tiempo significó en mi vida. A continuación, reproduzco un fragmento de los comentarios que dan cuenta de la recepción inicial de este escrito que, aún no pudiendo ser considerado por su autor como literario, se constituye en uno de los motivos por los cuales este blog ha nacido y se mantiene. Quería simplemente compartir nuevamente este texto con uds. en un momento del año en el que otras circunstancias bien distintas logran que no me encuentre a mí mismo donde me había dejado, haciendo que estas viejas palabras me vuelvan a la boca con un nuevo sentido. Tal parecece que es difícil creer en uno mismo, especialmente cuando ese "uno mismo" es un desconocido que resiste a reflejarse fielmente en el espejo deformante de la mirada.


Tuesday, October 18, 2011

Húmeda melancolía [Abril/2010]


En estos días de lluvia en que el cuerpo parece sentirse aliviado por el descenso de la temperatura que un par de horas atrás hubiera convertido la ciudad en un verdadero horno, parece comprensible o, al menos, tolerable el asalto inesperado de aquel sabor melancólico del recuerdo, memoria de lo que podría haber sido y no fue, o mejor, de aquello que fue pero que, dejando de ser, no pudo ser otra cosa más que lo ya fue.

Y me sorprendo frente al espejo mirándome como a un extraño para sólo recordar en el sabroso silencio de mi corazón como las aguas serenas buscan algo que las agite y las encauce hacia el mar antes de que el estancamiento comience a hacerles olor.

¿Spleen quizá? No… es algo más profundo que el mero tedio… es ese sabor dulce y a la vez amargo de los fantasmas de esperanzas que el corazón abrigara en otros tiempos que no son los corrientes. Son las ondas de un antiguo cacharro que ha sido descubierto desde lo profundo para ser arrojado a lo lejos, al humedecido silencio de la muda Noche.

Sí… esos cacharros tienen nombres grabados en su exterior. Nombres que pocas veces cuesta recordar, mas en mil y una ocasiones quisiera no poder evocar. Empero mi alma se ha empecinado y, asociada con mi lengua, traicionan mis intenciones y me hacen cometer deslices que me recuerdan mi debilidad.

El agua se tiñe de cielo. El lago busca reflejar los astros, atrapar aquellas estrellas en su seno, ahogar en lo secreto aquello tan próximo y lejano, aquello tan sagrado y a la vez profano. En secreto, muy en los adentros, el lago quiere ser la Luna… pero ésta, celosa de un brillo que le es prestado, se esconde tras una nube y quién sabe si volverá a mostrarse mientras dure la noche.

[Editado Oct/2011]

Friday, October 14, 2011

Imagen partida [04/04/2010]



Tuve un sueño que me heló la sangre. Vi la imagen de la Virgen Madre que mi mamá pintó para mí quebrarse en tres piezas delante de mí. Se ha partido a la mitad y ha quedado separada de su base.
Yo mismo siento a veces que estoy separado de la base, de ese fundamento que me sostiene y que me olvido cada día. A veces siento que he perdido los pies y que no camino hacia ningún lugar sino que me arrastro y me dejo llevar por cualquier inclinación que me haga rodar cuesta abajo. Y veo en medio de la noche, en el frío oscuro de la calle que me abraza, como se parten mis ideas y cómo se quiebra la inocencia que se había cuajado una vez más tapando las heridas que yo mismo me causara. 
El mundo, tal y como lo pintaron para mí, no existe. Es puro yeso modelado y cubierto de palabras que engañan y dan color a la blancura sepulcral. Camino por ese valle siniestro que media entre al menos dos familias de deseos que colisionan y se hieren, dos familias que se disputan un lugar en mi mente, en mi cuerpo, en mis manos.
Más allá de la altura de los deseos y del aullido de mis miedos, de los gruñidos de mi ira, del gemir en mis pasiones, más allá de todo, escucho clara y serena la voz del mar que ruge y del viento que brama, de la tierra que se estremece desde el centro y sacude mi cosmos. No es esta percepción algo que me alivie o ilumine, es sólo pura y mera percepción ante la que me quedo atónito sin poder percibirme a mí mismo en esencia y verdad, tal y como si yo mismo fuera una estatua dormida.
Las estrellas son solo anhelos muertos que me distraen en las noches. Las nubes son confusiones e incertidumbres que no me ocupan. La lluvia es un llanto que lastima mis mejillas. Y es la noche estéril la eterna, inequívoca e ineludible compañía que no me deja ir, que no retrocede nunca sino que avanza, conquistando nuevos mundos con los que no llego ni a soñar.
¡Qué ha sido del sol! ¡Qué de aquella perfecta e ígnea esfera que con sus inefables rayos transformaba todo y daba vida! ¡Que de la luz que hacía de mis percepciones un sentir y de mis sentimientos un saber! ¡Qué ha sido que aquella claridad que dejaba que me viera y contemplara todo a mi alrededor! ¿Será acaso que tal sol no existió nunca y aún así supo darme calor? ¿será obra de un sueño o rumor que me he apropiado del traicionero mar que oigo?
¿Quién se arrodillaría frente a una virgen quebrada en su silencio? ¿Quién lloraría postrado frente a un yeso? Las marcas que quedan después de que uno se ha quebrado no se borran con el tiempo, no se cubren con pigmentos, no se van ni con muerte.
Durmiendo en la calle, tuve anoche un sueño que me heló la sangre. Vi que me había partido en tres partes. Vi que no sería el mismo. Vi que todo lo que creí ser no era y que lo que soy es puro yeso. Ojala pudiera sentir mis pies y sentir que con ellos toco el suelo. Ojala ese sueño no me hubiera despertado.

Monday, October 10, 2011

Cenicienta/s


Als es nun Abend war, wollte Aschenputtel fort, und der Königssohn wollte es begleiten, aber es entsprang ihm so geschwind, daß er nicht folgen konnte. Der Königssohn hatte aber eine List gebraucht, und hatte die ganze Treppe mit Pech bestreichen lassen: da war, als es hinabsprang, derlinke Pantoffel des Mädchens hängen geblieben. Der Königssohn hob ihn auf, under war klein und zierlich und ganz golden. Am nächsten Morgen ging er damit zu dem Mann und sagte zu ihm keineandere soll meine Gemahlin werden als die, an deren Fuß dieser goldene Schuhpaßt"  
Brüder Grimm - Aschenputtel

Digamos que en la versión alemana de los Hermanos Grimm noes la magia ni el accidente lo que despojan a la cenicienta de su zapato deoro, sino la astucia de un hombre ambicioso que no está dispuesto a dejar queel objeto de su deseo se desvanezca por tercera noche consecutiva en laoscuridad del campo. Dicho de otra manera, un hombre inteligente y acostumbradoa obtener por la fuerza lo que considera que debe ser suyo le tiende una trampaa esa enigmática dama y, si bien no logra retenerla en el palacio, consigue unaprenda que servirá para emprender la búsqueda. En el transcurso del díasiguiente, los narradores nos muestran mujeres tan ambiciosas como el príncipemismo que son capaces de mutilar los dedos de sus pies y sus talones para quepor medio de tales ardides puedan acceder al trono. Sin embargo, y ahora sí pormérito del azar, es Cenicienta la primera mujer del reino a quien el delicadozapato le calza perfectamente. Eso basta para que se produzca el reconocimientoy para que el príncipe “sepa” sin más que esa y ninguna otra mujer que posea elmismo tamaño de pie es su mujer.

La versión francesa – la más conocida por todos – es, aún ensu registro de fantasía y magia, mucho más verosímil que la alemana y bastantemás semejante a la china que remontándose en su datación al año 850 a.C. es –vale recordarlo – la más antigua de la que tenemos noticia. A propósito de ello,no deja de ser interesante de que más allá de discordancias tales como que hayasido los huesos de un pez encantado, la bondad de un hada madrina o unpajarillo amigo de la difunta madre lo que le facilita al personaje sumetamorfosis, la historia de Cenicienta es una y a la vez muchas. Cada una delas versiones que conocemos comprende al resto, puesto que cada acción relatada—al igual que la vida — es una elección entre tantas otras posibles. No hayverdadera contradicción entre las versiones: una niña huérfana de uno de suspadres vive en condiciones serviles hasta que por la intervención de algunafuerza sobrenatural se le facilitan los medios para poder concurrir al bailereal disfrazada de noble. En el baile el príncipe se enamora de su figura casipor encanto; ella, quizá por considerar que si el príncipe supiera quién es enrealidad ya no la querría, huye dejando detrás una pieza de su calzado. Elpríncipe recoge la sandalia y emprende la ridícula empresa de asumir que elmejor método para identificar a su amante entre las mujeres del reino no resideen lo que ven sus ojos, sino en la evidencia de que aquella prenda se correspondacon una única mujer. Así, cenicienta es hallada por su príncipe, rescatada dela vida servil y convertida en parte de la familia real.

Snježana Vidović (2006) - Cinderella - oil on canvas

Aparentemente quedan muchas cenicientas por ser escritas.Habrá que buscar nuevas magias que nos permitan el cambio de ropa, reconocercuáles son las madrastras malvadas a las que hemos de burlar, que ocasión seconstituye en un baile real y quién a quién de todos los príncipes de todos losreinos nos conviene dejarle que nos robe uno de nuestros zapatos.
Me pregunto qué hubiera sido de aquella muchachita si en vezde perder un zapato – de oro o de cristal, ¿qué más da? – hubiera perdido elmoño que adornaba su sandalia. ¿Sería el príncipe capaz de hallarla?  Esperemos que la respuesta a mi pregunta sea “sí”,porque cenicienta quiere ser encontrada y porque el príncipe no dejará debuscarla ridículamente con ese moño en la mano.


Friday, October 7, 2011

Äpfel

Die Geschichte über das Gift Apfel und der Schlange Gift



Und die Schlange war listiger denn alle Tiere auf dem Felde, die Gott derHERR gemacht hatte, und sprach zu dem Weibe: Ja, sollte Gott gesagt haben: Ihrsollt nicht essen von den Früchten der Bäume im Garten?
1 Mose 3:1


Aprovechando esta tarde lluviosame he dispuesto a revisar en mi memoria una serie de eventos que habían quedadosepultados por el paso del tiempo en lo profundo de mi mente. He querido sacarlosa flote porque los recuerdos de la primera juventud son siempre la narración deun aprendizaje acerca del mundo y suelen servir, la más de las veces, comoclave para ordenar y revisar el presente de la vida de uno. Decido desnudarfrente a mis lectores los secretos más guardados de mi esencia, desnudarme enesta letra a los ojos de mis amigos y de mis detractores, con fe de que nadiehabrá de burlarse de mi historia. Después de todo, ¿quién no ha cometido actosde los que se avergüenza? ¿Quién no ha errado el camino alguna vez? ¿Quiénpuede decir que jamás ha cedido a ciertas tentaciones?
Mi padre siempre fue un hombresolitario, avocado a múltiples oficios. Disfrutaba mucho del trabajo con lasmanos y, si bien su preferencia había estado puesta siempre en la orfebrería,últimamente había descubierto el maravilloso arte de la jardinería,entretenimiento que ocupaba mañanas y tardes por igual.  Yo jamás he podido ser tan habilidoso comoél. Sé en lo profundo que a él le hubiera gustado que al menos fuera carpintero,como mi hermano. Pero bien, en aquellos tiempos de mi juventud aún podía darmeel lujo de no explotar mis talentos y tener, aún así, una vida digna y llena deconfort.
Caminando una tarde por el jardínmás hermoso que hubiera moldeado mi padre, como en aquellas tantas otras tardesen que me hacía el tiempo para alejarme del ajetreo de la vorágine salvaje querige nuestra vida cotidiana, descubrí entre mi fresno favorito y el álamo másanciano, en el preciso lugar en donde solía haber un majestuoso árbol hastacuyo nombre se me acababa de perder, un sendero en el que nunca había reparado.Era uno de esos caminos estrechos que se marcan en la tierra de manera tímidapor el paso frecuente de algún animal silvestre que oficia de ingeniero civil ydiseña nuevas vías de circulación.  Setrataba, a la vez, de una visión tan apacible como si se verdaderamente setratara del descubrimiento de lo obvio, de aquello que siempre había estado yque siempre estaría allí ¿dónde más sino?
Ese vértigo de eternidad que serpenteabaentre aquellos árboles casi logra que el corazón se me salga de la emoción;después de todo, había pasado toda mi vida recorriendo ese jardín y nunca nadahabía cambiado. Mi Padre fue siempre una persona creativa y dinámica, pero poralgún motivo una vez que obraba su arte sus manos no volvían a introducirmodificaciones en lo creado. Muchas veces supe interrogarlo sobre esto en mijuventud (y es que se trataba de quizá  de uno de esos asuntos que sólo se comprendencabalmente cuando la experiencia ha hecho que uno deviniera en la madurez de lavida). Él, con esa infinita paciencia que lo caracterizaba, solía sentarse a milado y repetir con esa voz musical que suspendía la angustia y el miedo quesiempre me ha generado el no lograr comprender algo, a la vez que se disponía adisipar mis dudas diciendo: “Todo lo que me has visto hacer, hecho esta. Misobras son acabadas. Mis obras poseen vida” Él no se animaría jamás a cometer eltan abominable acto que trastoca la esencia misma del arte: las correcciones. Paraél, todo cuanto debía ser pulido ya había estado presente en la gestación, demodo que ahora ya no le correspondía disponer de aquello que siendo muy partede su interior había ganado independencia respecto de sí en el exterior. Sólo podríamantener lo que hecho para evitar que se viniera abajo por la corrosión deltiempo. A todo esto solía agregar en un tono mezcla de orgullo y melancolía: “Sólopuedo cuidar y respetar las mutaciones que el paisaje mismo decida” Pero, claroestá, yo no entendía muy bien a qué se refería con eso de “las mutaciones queel mismo paisaje decida” porque si acaso había algo que sabía con certeza eraque los paisajes no tenían poder de decisión y que, por lo demás, no solíancambiar. Claro me queda hoy, ahora que vuelvo a pensar en esto, que quizá miPadre estaba utilizando una metáfora para que entendiera algo inexplicable,ahorrándome la angustia de tener presente cuán irónico es el hecho de que unhombre quiera y pretenda abarcar en su mente lo inabarcable. 
Decía, entonces, que mi Padre jamásvolvía a tocar lo que su aguda vista había dado por bueno. Eso hacía que mispaseos por aquel jardín de ensueños tuviera mucho de rutinario. Por esa mismarazón, no pude resistir el impulso frenético con que mis piernas me llevaban arecorrer esa nueva beta del mundo que se abría ante mí.
Caminé horas y horas excitado poraquel camino que cada vez se hacía menos recto y más zigzagueante. Entre más meadentraba en el corazón de lo desconocido, más me maravillaba ver la cantidadde maravillosas especies de árboles, flores y animales que habitaban aquelespacio de fantasía. Tan increíble era todo el panorama que en más de unaocasión me vi tentado a creer que había sido presa de esa somnolencia estivalque se apodera de súbito del cuerpo de uno, montando en el caballo de laimaginación a esa mente dormida que sale a pasear. No era la primera vez que mepasaba eso; digo, confundir realidad con fantasía. Al decir verdad, era algoque me sucedía con frecuencia en aquel solitario jardín.
Llegó el momento en el que Febocomenzaba lentamente a emprender su retirada. Estaba seguro de que el cuidadorque mi Padre había apostado a la entrada de aquel patio estaría yadisponiéndose a cerrar los portones que protegían esa propiedad de curiososnocturnos. Debía abandonar mi aventura hallar la salida de aquel nuevo Edén.
En mi familia, como en cualquierotra, había temas de los que no se hablaban; mis primos eran uno de ellos.Ellos, al igual que yo, solían pasar mucho tiempo en el Edén. No recordaba muybien por qué, pero una mañana vi a mi padre caminando muy afligido. Alpreguntarle por mis primos se limitó a dejar que una lágrima, larga como el Nilo,recorriera su rostro “He tenido que pedirles que no volvieran nunca. Me handesobedecido y casi les cuesta la vida. Ellos creen que lo mío es castigo…ojalá logren entender… ojalá algún día lo hagan”. Temía siempre disgustar a mipadre y que me prohibiera – como por algún motivo había hecho con mis primos –visitar ese jardín. Por eso, me urgía volver a tiempo, para evitar que supreocupación se tornara en enojo.
Justamente, me encontraba a puntode volver sobre mis pasos cuando vi en el horizonte una pequeña colina y, sobreella, el árbol más hermoso que jamás hubiera visto. Todo mi cuerpo temblaba deplacer frente a la idea de abrazar aquel tronco. De hecho, corrí rabioso comouna bestia del bosque hasta enlazarme con aquella hermosa especie cuya cortezaacariciaba enérgicamente mi rostro provocando que mi ya entrecortadarespiración se agitara aún más.
Sucedió lo más extraño: se meocurrió que ya no importaba tanto si el centinela cerraba las puertas y medejaba dentro del jardín aquella noche. Comencé a pensar que ese jardín podríaser mi hogar, a pensar en mis delirios que podría vivir eternamente, sin miedoa la muerte, sin miedo a la enfermedad, libre como el viento. Convencido en milocura de todo esto, me arranqué mis prendas y abracé con mayor locura aúnárbol.
Con la facilidad digna de unfelino me trepé a la copa de aquel árbol escondido y me enredé entre sufollaje. Esas hojas eran como un océano de manos frotándome. Ese viento eracomo una voz susurrándome los deleites más prohibidos. Esas ramas eran comobrazos sosteniéndome en las alturas. Las florecillas colgantes me embriagabancon su néctar y el tímido fruto penetraba el umbral de mis labios una y otravez en un beso estelar.
Tan envuelto estaba yo en mideleite que no supe ver que en aquella orgía de mis sentidos se había perdidomi razón. Muchas veces me había advertido mi padre que evitara salirme de loscaminos de piedra con los que él mismo había trazado el mapa del jardín. Susargumentos, nunca me habían resultado claros. De hecho, pensándome incapaz detoda desobediencia,  nunca me habíatomado el trabajo de atender a sus insistentes y aparentemente innecesariasindicaciones.
Salido completamente de mí,reducido a una animalidad inusitada, tan descomunal era mi desenfreno que hastalas bestias más indecentes hubieran sido capaces de ruborizarse frente a aquelespectáculo de excesos. Recuerdo con pudor cómo las miles de estrellasdecidieron aquella noche mirar hacia otro lado.
Cuando creía que ya no había másencantos escondidos en aquel lujurioso rincón del jardín, pude ver como deentre el follaje emergía la criatura más bella jamás conocida. Sus ojos erandos zafiros altivos, su piel fresca y lisa como la seda, su cuello largo ydistinguido; su sonrisa, mi perdición. No era capaz de entender cómo habíallegado allí. El jardín estaba vedado para todos los que no fueran hijos de mipadre y no se solía ver extranjeros viajando de noche.
Intenté explicarle que no podíaestar allí… intenté preguntarle si estaba perdida, explicarle que si necesitabaayuda yo estaría encantado de tenderle mi mano… quería preguntarle su nombre,decirle cómo me llamaba yo, saber más de ella. Muy a pesar de que estos motivosgeneraban en mi mente numerosas frases de elocuencia, ninguna de ellas lograbaarticularse en mi balbuceante boca. Su imagen toda me había capturado.
Fue amor a primera vista. Lo supeallí mismo (eso pensé). Se abalanzó sobre mí del mismo modo en el que yo mehabía arrojado sobre aquel árbol de placeres y misterios. Su cuerpo seentrelazó con mi desnudez. Ya no sólo no podía hablar, sino que además nosentía que pudiera respirar.
Estaba a punto de besarme con esasilenciosa y delgada desconocida cuando la luz de las linternas y el ruido de ramitasquebrándose en el suelo me devolvieron el discernimiento.
Ese fue el momento más vergonzosode mi vida: ver a mi padre acompañado de todos los empleados del jardín abrirsepaso entre los árboles para hallarme allí, a punto de pasar al acto con alguienque acababa de conocer. También fue, a la vez, el momento más terrible y mássiniestro de mi existencia: bastó con que girara mi cabeza para descubrir queesa figura de encantos no era sino una bestia descomunal que se disponía a arrebatarmela vida.
Tan diestro era mi padre entantas artes que logró al instante atravesar con una flecha a la bestia quemuerta de un solo golpe se desvaneció en la oscuridad.
Esa noche descubrí que aquellabestia era lo que mis primos llamaban “נחש”.Una bestia nefasta que se había escabullido en el jardín de mi padre en elmomento preciso de su creación y que vivía acechando a los hombres descuidados.
Mi inocencia se perdió parasiempre: aquella fruta irresistible había sido mi tentación y por ella casimuero. Mi padre, afligido al ver que la historia se repetía, hizo oídos sordosa toda la familia que insistía en que ahora que la bestia había muerto nohabría qué temer.
Mi padre, quizá por elenternecimiento que la ancianidad había surtido en él que se conjugaba con eltemor a lastimarnos, decidió ese mismo día abandonar el Edén. Dimos un últimopaseo juntos y, una vez se hubo asegurado de que todos sus ángeles seencontraban ya fuera, cerró con aquella enorme llave de oro las puertas que se constituíanen la única vía de acceso a aquel paraíso amurallado. Mi padre guardó porsiglos esa llave bajo su almohada hasta que una noche en la que él mismo estuvoa punto de ceder a la tentación decidió deshacerse de ella para evitar que seconcretara su deseo de reabrir aquella morada ancestral que formaba parte del oscuropasado familiar. Decidió arrojar en el abismo más profundo y más oscuro lallave, lejos de sus ojos y de todo ser viviente o potestad. Y, que yo sepa, enesa hendija escondida en los pliegues del universo permanece aún.
Ahora, en la madurez de mi vida,vuelvo a pasar por las puertas oxidadas de las ruinas del Edén y veo entre losbarrotes todo lo perdido. Luego recuerdo: no sólo han quedado allí dentromaravillas imposibles de describir, sino también los horrores más indeciblesque, gracias a Dios, los hombres jamás habrán de conocer.
A veces debemos renunciar alsuelo de nuestros paraísos para ganarnos nuestro cielo y, aunque siempre nosveamos tentados a volver a aquel lugar que nos lastima pero que, a la vez, nosexcita y nos hace sentir cómodos, debemos recordar que hemos de sernos fieles anosotros mismos. Es hora de salir en busca de nuevos caminos y de nuevosjardines, de nuevos Adanes y de nuevas Evas. Es tiempo de dejar de culpar a laserpiente y de cuidarse de la fruta que produce embriaguez.-


Wednesday, September 28, 2011

Quiero [2004]

Quiero que veas como en tus ojos me veo,
quiero que sientas la miel que en tus labios leo,
quiero que sonrías y me rompas el desvelo,
quiero que me mires y juntos nos miremos.

(...)

Quisiera que tus pensamientos se volcaran al vacío,
y nos miremos en un segundo fugitivo,
y que te fleches como me has flechado,
y que me desees como me has hecho desearte,
y me beses, y nos besemos,
y el mundo se haga mudo y bendito el silencio,
y todo calle,
que refrene el mundo,
que deje de girar
para así nuestro beso poder contemplar.

Quiero en un minuto tus mejillas rozar,
tus labios en segundos acariciar,
y tus ojos por horas contemplar.

Quiero que me quieras y lo hagas de verdad,
quiero lo imposible para hacerlo realidad,
Aunque solo sea en mis sueños.
quiero oír de tu boca las palabras a sonar,
que surjan y me envuelvan las frases de amor,
aquellas que yo te dedicaría
si escucharas el latir de mi triste corazón.


(versión editada el 27/09/11)

Saturday, September 24, 2011

Contradictio in adjecto

Si tenemos sed, ¿por qué lamer la sal? 
Si tenemos frío, ¿por qué nos quitarnos la ropa? 
Si acaso quema, ¿por qué no alejarnos de la llama? 

Aparentemente los hombres somos muy buenos en privarnos de aquello que nos hace bien. Expertos, diría yo. Pero, ¿por qué? ¿Es acaso el instinto de un gen que nos ata y condena desde las profundidades de nuestra biología? ¿Es el castigo de alguna deidad enojada por el polvo del olvido que hemos dejado caer sobre su altar? ¿O es que se trata del precio que pagamos en incómodas cuotas para ser lo que somos, es decir, para ser humanos? 

¡Preguntas! Otra serie de interrogantes inquietan aún más la superficie estancada de mi mente: ¿cómo escapar? ¿De qué manera romper este círculo? ¿Cómo quebrar en dos el sello de nuestra sentencia? ¿Podremos acaso rasgar la trama del espacio y del tiempo y huir en el vacío a donde el dardo venenoso no nos alcance? 

¡Dormir! Si nada de esto es posible, prefiero dormir. Que la oscuridad me cubra con su manto y que la noche, cual capa estrellada, envuelva este mi clamor y deje a un lado los miedos que hielan mi sangre al descubrirme sentado frente a estas letras que me interpelan y que son, una a una, como diminutas ortigas que van raspando mis paredes más interiores. Prefiero dejar que el olvido borre esta conciencia que me angustia y no me deja vivir, suspender en el aire de mis sentidos estas ideas que me invaden. 

¡Saber! Maldito sea el conocimiento de que no se ha hallado aún obstáculo que impida la vivencia de eso que los legos llaman “felicidad”. Maldito sea este papel por revelarme en su reflejo el secreto de mi congoja: nada interrumpe de súbito el desenvolvimiento armónico de nuestro ser en la experiencia del mundo mejor que nosotros mismos, que la animalidad latente de nuestra materialidad. Todos los motivos son pura apariencia, meras excusas, barata ilusión. La prestidigitación que efectúa nuestra mente hace que generemos estos artificios para hacer que el sinsentido de lo que acabamos de hacer cobre sentido. ¿Cuál es el método? Sencillamente recoger una serie de elementos inconexos y darles vueltas frenéticamente hasta convertiros en ovillo; luego, sólo resta esconder la punta. Así es como nos convencemos de que nuestros desmanes son el resultado lógico de palabras dichas en el momento menos adecuados y comentarios poco felices, abrazos mal logrados y gestos de desdén, esfuerzos insuficientes y faltas, tropezones y caídas, errores propios y de culpas de terceros… 



No somos víctimas. No somos esclavos. No somos bestias. 
Somos culpables. Somos libres. Somos humanos.
¿Dolor? ¿Responsabilidad? ¿Metamorfosis?


24/09/2011

Monday, September 12, 2011

Fragmento

Y tras una mirada encendida le increpó lanzado con gran atino el dardo de la interrogación: ¿Sabe usted por qué el alcohol viene en botella? Pues para que cuando el que se aventura beber se halle náufrago entre licores y lágrimas pueda arrojarla al mar de lo incierto pidiendo ayuda a un desconocido. Tal es su propósito.
Él, dejando el vaso, asintió y se perdió misterioso en los silencios que merodeaban sus oscuridades interiores.


Friday, September 9, 2011

Cenizas en el viento (15/08/2010)


Algunas veces nos sentimos obligados por otras personas o por determinadas circunstancias a aquello que en el fondo queremos con el mayor de los fervores, cosas que queremos con la misma intensidad con la que las escondemos al mundo y a nosotros mismos. Los secretos mejor guardados – quizá de hecho los únicos dignos de ser llamados “secretos” – no son los que guardan dos personas, ni los que se guarda uno para sí, sino aquellos que uno esconde a la vista de todos hasta olvidar que estaba ahí. Es como una foto entre las hojas de un libro que nunca leíste y que sabés que nunca va a leer, y que queda ahí guardada inclusive luego de empacar y desempacar todo en cada mudanza. Es como un secreto que solo conoce una tenue luz cuando va muriendo el invierno y la primavera manda limpiar a fondo y limpiarse uno. Limpiaba los estantes de las historias nunca contadas, y esta foto velada cayó e hizo que me horrorizara. Empalidecí, temblé, mi voz me abandonó… sólo pude volver a guardar mi secreto en esa misma hoja, de ese mismo libro, en ese mismo estante que nadie alcanzará y seguir limpiando con una profunda pero también secreta angustia que acabó por hacerme olvidar el motivo mismo de mi espanto. Quiera Dios – pensaba – que pasen diez años, cincuenta, mi vida entera… y no vuelva a encontrarlo, para que muera conmigo, en la vergüenza, en lo secreto, en el olvido más profundo y que no haya voz, ni letra, ni imagen, ni memoria que pueda ser testigo, más que lo que ahora escribo, de ese tesoro mío que me consume, que quema mis manos, que cierra mis ojos y me hace ver el infinito, que humedece mi nuca y derrite mis miembros. Que nadie sepa… que nadie se entere… y que cuando muera arda y se eleve entrelazado con mi alma, las cenizas de lo innombrable. Serán notas musicales, sinfonía de los tiempos, canto del viento, danza del ocaso, será canción a lo lejos.


Thursday, September 8, 2011

Ahora sin nombre [18/Enero/2011]

Sostengo que un hombre puede secarse como una flor en un verano sin lluvia cuando la nostalgia por lo que nunca ha tenido abraza su corazón. No es que extrañe algo perdido, sino que añora lo que no le ha tocado en suerte y lo que no puede o no ha sabido procurarse; esto es, aventajarse a la vida antes de que la muerte en su funesto atavío rompa  para siempre el silencio en la orquesta de la noche sin fin en la que se sumen los cuerpos y las almas por igual, sin perdón a ser humano alguno. Un cuerpo sin un beso se seca sin remedio, se seca hasta quebrarse; se quiebra hasta no ser más que leña para una hoguera sin nombre. Cuando dos cuerpos se tocan y no se besan, no se han tocado, sólo han coincidido en el espacio.

Sólo una marca en mi tronco me recuerda que no fue un sueño aquel sueño de realidad. Pero, ¿qué son los sueños cuando uno ha despertado? Los sueños son evanescencia pura en la vigilia, pierden su materialidad y su valor; sólo queda un humo volátil sin que llama alguna lo alimente. El sueño es sueño sólo cuando uno sueña y, si ocurre en la vigilia, pierde ya su poder onírico, carece de magnetismo, lo verosímil muere a lo real. Y nadie quiere ser cómplice de lo real.

Sostengo que acabo de despertar y que muerdo de sed mientras la corriente me aleja de la orilla rumbo a lo desconocido. Sostengo que como hombre me he secado cual flor, abrazado por el calor del verano, atizado por la falta de besos, diluidos mis sueños en una realidad que no quiero hacer mía.


Friday, September 2, 2011

Yes, I know.


Mis pasos en silencio
van y vienen sin cesar
de aquellos bancos rotos
de sueños y cantar.

Gestos inocentes
venidos del amor
de las aves y los cantos
de las flores y del sol

Tus miradas se enhebraban
comenzabas a tejer
sueños locos y mentiras
telas foscas de mujer.

El paisaje entero silenció,
pájaros y viento,
sauces, fuentes y balcón,
gustaron del monumento,
monumento a nuestro amor.

Más aquél que fue el momento
que tu boca me besó
fue todavía más momento
cuando el espejo se rompió.

Sí, ya sé que está prohibido,
sí, ya sé que no podrás,
pero solo esto te pido,
amor mío, ten piedad.

Tu mirada se ha perdido
en las fosas de la nada,
se ha perdido en el vacío
aferrado ya la almohada.

Pobre fuente en la iglesia
se ha secado en sus aguas
ya no llora más conmigo
ya no oye mis plegarias.

Mil monedas arrojado
y la fuente no da más,
sin embargo tu no vuelves,
sin embargo tú no estás.

Sí, ya sé que tú te has ido,
sí ya sé que tú no estás,
pero aún en el olvido
te quiero un poco más.

no dejan de sonar
las campanas de la iglesia,
duros ángeles de bronce
gimotean ya tu ausencia.

Funesta marca que se ha de grabar
hora triste marca ya el final,
sucia y cruel sentencia
frío filo de verdad.

Sí, sí,
ya sé que tú te has ido
y de nuevo se que ya no estás
y sin querer en el olvido
te quiero y te quiero
cada día un poco más.

Triste fue haberte conocido,
aún más triste la verdad,
pues hoy despierto y recuerdo
que no existes ni lo harás.

Sí, ya sé que tu no existes,
sí, ya sé que no lo harás,
pero vivo del recuerdo
de mi triste soledad.


Wednesday, August 24, 2011

Fantasma de piedra

"El fantasma se volvió estatua de piedra en el frío de un agosto memorable". 

Qué curioso que tantas cosas apenas perceptibles en nuestra vida cotidiana se transmuten en monumento por efecto residual de un acontecimiento que no logra siquiera rasgar la trama en la que se borda el destino de los hombres, estas pulgas con las que juegan sin piedad los ya jubilados dioses de la religión. Las constelaciones no eran nada antes de que el ojo de nuestros ancestros las descubrieran, apenas mudos puntos que se perdían en el negro vacío al que han sido clavados. Sin embargo, desde que alguien extendió su dedo y se las señaló al mundo, no dejamos de interrogarlas para ver si desean confesar aquello que seguramente ven desde esa altura y que a nosotros, inmundos y diminutos seres faltos de perspectiva, se nos escapa. 


Hemos construido torres para estar más lejos del suelo y más cerca del firmamento, adustos monumentos para sentirnos menos pequeños frente a las colosales obras de una naturaleza indiferente; hemos rasgado el cielo con nuestras ciudades y olvidado los ríos con nuestros puentes. Incluso hemos construido aves de hierro puestas a nuestro servicio para poder volar más alto que las propias nubes. Hemos hecho de nuestros fantasmas, de nuestras indefiniciones, de nuestros miedos, de aquello que antes ni siquiera era visible, santuarios para adorar la crueldad del destino. 


Desilusión, todo es desilusión. El hombre no es más que una medusa a la que todavía no le han arrebatado del todo su abominable cabeza. No vivimos sin saber que vamos a morir, no volamos sin saber que no somos aves, no trepamos las escaleras de nuestras torres sin saber que el cielo permanece tan distante como siempre, no cruzamos un puente sin conciencia de que podríamos caer de él y ser arrastrados por la corriente, no nos enamoramos sin descubrir – tarde o temprano – que era todo una gran mentira, un fantasma hecho monumento, un placebo para olvidar, una excusa para no mirar, un momento para trascender en la imaginación y no morir en el olvido de los límites. Pero los monumentos se corroen y caen, a la larga siempre mueren. Sus ruinas son, al fin, nuevos fantasmas de la concreción que fue de lo que nunca pudo ser.





Monday, August 22, 2011

Diálogo de un hombre con su sombra (adaptacion) [Enero/2009]


There is a man right there, a man standing opposite to himself who decides to break the deepest silence to confess “I just want to be far, far away”. To what his inner shadow replies “Far away from what?”

-From everything, from every possible thought.
                 -Your memory follows you through space, you’ll not escape from it.
-I need to be far…. I need time…


- It’s just a matter of time, el tiempo todo lo borra.
                 - El tiempo de tu corazón no es el tiempo de tus pies.
- El silencio todo lo abarca.
                 - El silencio es débil como el cristal, you are willing to build up a life a base de fragilidades.
- El silencio al menos es fiel y yo soy todo debilidad al igual que él.
                 -That’s not true! No lo eres. No estarías aquí si lo fueras.
- El silencio es fiel.
                 - No más que el amor.
- Life is like fire: se apaga.
                 -Life is like fire, but it’s not fire.
- Pero se apaga.
                 -El amor no conoce tiempo.
-El amor todo lo brra, time wipes love away. Es lluvia que limpia y renueva.
                 -El tiempo sólo borra lo que está a su alcance. El amor, al igual que el viento, poco se ve, pero se siente, y a penas se siente y se escapa…. away…. far away… a donde el tiempo no alcanza… donde el tiempo ya no borra…
-Necesito ir lejos.
-¿Lejos de qué?
-De mi mismo. Para que el tiempo que es como lluvia limpie la mente.
-Pero si estás enfermo del corazón.
- Que me limpie el corazón.
-Sólo el amor puede limpiarte.
-El amor es lo que me hace sangrar, ojala de ello me curare.
-El amor es la sangre, no la herida. Blood, not wound.
-Ojalá el agua de la lluvia limpiase este amor que me lastima.
-El agua no limpia lo que ya es salvo, es el recuerdo lo que ter lastima.
-Nada puedo hacer.
                 -Sólo amar.
-Es cuestión de tiempo… De ir a otro lugar…
                                  -No, no… es cuestión de amar.

-Tiempo… lugar…
                 -Amar… amar…
                                  -¿amar?
                                                   -Amar.

Saturday, August 20, 2011

Me fui a soñar con ¿vos?

Cuando uno decide hacer algo siempre existen al menos dos posibilidades: hacer las cosas de un modo, o hacerlas de otro. En estos últimos 15 días, desde que aquel demonio travieso decidió quebrar la sintaxis de mis descansos, cada vez que me he ido a dormir he tenido el privilegio de poder elegir con qué iba a soñar. Una conquista más para una persona tan controladora e insegura.
A la vez que elegía ese “modo” de soñar que tomaba por materia un amalgama de restos diurnos ironizados por el lenguaje de la poesía y restringidos por los caracteres que se imponían como límite, tuve siempre y cada de mis noches que también había otra posibilidad: soñar con vos.
Si es cierto, como dicen, que lo importante es el camino y no la meta final, pues entonces que me valga tamaño argumento como excusa para recuperar en este espacio el recuento de las alegrías y desdichas que la conciencia a hilvanado con el lenguaje para exorcizar mi retina de tanta imagen, de tanto mundo.

20 minutitos de siesta antes de volver a salir... a soñar con tortugas ninjas cruzadas con conis rosa mutantes galopando por un prado de nenúfares (claro! un prado de nenúfares!) en la cabeza pelada de un bebé peludo. También podría soñar con vos ¿no?
me fui a soñar con babooshkas movedizas pululando en un cremoso escritorio de helado de calabaza y nuez al son de los grillos amaestrados para bailar tap por un elefante morado de lunares amarillos que sólo habla libanés aunque es inglés --- O TAMBIEN PODRIA SOÑAR CON VOS!
‎me fui a la cama venadense, a dormir y a soñar con caballos troyanos que se hacen la manicuría francesa con el terciopelo de cebra antártica del sillón de Sarmiento a 20 mil leguas de viaje submarino, dando ochenta vueltas en un día mundial de elecciones primaristicosas - O TAMBIEN PODRIA SOÑAR CON VOS!
me fui a soñar con avioncitos 3d que surcan cielos azucarados de helados de amarula con miel de caña de oso de china escondidos en la alacena de malena, el verano pasado pero en invierno 20 años atrás :P - O... PODRÍA SOÑAR CON VOS
me fui a la cama venadense, a dormir y a soñar con bellos caballos troyanos que se hacen la manicuría francesa con el terciopelo de cebra antártica del sillón de Sarmiento a 20 mil leguas de viaje submarino, dando ochenta vueltas en un día mundial de elecciones primaristicosas - O TAMBIEN PODRIA SOÑAR CON VOS!
a pedido del púbico (o era público?) me fui a soñar con angel(itos) hanciendo bunjee jumping desde una estalactita rosa que pende de entre los cabellos de una ninfa que pasa desapercibida en una copita de jerez llena de tequila... O TAMBIEN PODRIA SOÑAR CON VOS!!!
cerrando los libros hasta mañana. me voy a soñar que pinto rosas blancas de rojo en un jardín de ébanos de oro y plata asolados por un gigante comedor de habichuelas mágicas de disney cruza con galgo irlandés a la crema batida! - TAMBIEN PODRÍA SOÑAR CON VOS!
me fui a soñar con "reinas" vestidas de avión que con su vigüela sirven 10 tragos ranquelinos a una indiada sarmientina al son de 2x1-viva-neptuno mientras evocan la presencia del secreto poder que me empuja a seducirte sin parar! - O TAMBIÉN PODRÍA SOÑAR CON VOS! :)
AHORA SÍ: me fui a soñar con sugus robados de la casa de agus rebotando sobre una almohada de irónicas pestañas postizas que soñaron con ser un niño de verdad mas murieron madruas en el seno de un café al cognac cierto domingo de invierno cuando no estabas vos - O TAMBIEN PODRIA SOÑAR CON VOÇE! (a ver si te pones el saco, che!)
me fui a soñar con que las cuerdas de tu violín se rompían, que en su gemir se quebraba la muy tuya mentira; que por tu canto la esperanza diluida en la fatiga de mis faenas cotidianas cobraba sentido en tu mirada. Me fui a soñar con vos. Me fui a soñar con la ficción de una sombra, con el hielo de tu noche, con el silencio de mis manos.... con vos... con vos... :/ #O TAMBIEN PODRÍA SOÑAR CON VOS!
me fui a soñar con.. NO! MOMENTO! no me fui a soñar nada! :S me fui a aleman! (¿cuándo se hizo tan tarde? ¿no eran las ocho hace cinco minutos? ufff.. se me pasó la hora de la siesta de media mañana)
ME FUI A SOÑAR CON: con un mundo ideal en el que los dinosaurios no tienen miedo de mostrar sus lunares saturninos, en el que los aviones se animan a aterrizar en mi patio trasero aunque no haya luz, en el que el jabón no patina sino que endurece, - o, a lo mejor, PODRIA SOÑAR CON VOS... nah! mejor no :P mejor hoy sueño con los dinosaurios en cola tocando "Imagine ♪♫" con su cola en un piano de cola mientras toman coca cola zero !
larga mañana en la facu. No se puede satisfacer a todos. Hora de una pequeña siesta - ME FUI A SOÑAR CON un mundo en el que los dragones visten botas de gamuza y los caballeros desnudos no temen salir a abrazar las ilusiones de un tiempo perdido, una sonrisa no ganada, un abrazo mal dado, una mirada a medias, una virgen oxidada, un pequeño cienpiés... - O TAMBIEN PODRIA SO... NAH! dejalo ahí :/
de vuelta de gtk... una noche en la que nada salió como lo esperaba... ponele que me voy a soñar con vo :P - o también podría soñar con... eh... YA FUE! ni idea! ponele que sueñe con la tercera categoría del impuesto a las ganancias haciendole el amor a las semivocales griegas trans en una cultura masiva de indiferencias múltiples
Lo malo de los sueños es que son frágiles, que se quiebran siempre con el alba. ¡Terrible ironía irme a soñar con que soñaba con vos cuando en realidad te tenía a mi lado, a un suspiro de distancia! Tanto soñar, dicen, los sueños se vuelven realidad. ¿el problema? ya no soy sueños, son realidad... y la misma materia no puede servir a dos dominos tan contrapuestos. - mejor me voy a seguir soñando "con vos".

Dicen que la ensalada de rúcula ayuda a enfrentar al Destino y a juntar fuerzas para emprender los Νόστοι. Lo sueños terminaron,  y lo único que me dejaron ha sido esta ensalada sobre la mesa. La realidad se sobrepone siempre a la fantasía; hora de salir del mundo de las maravillas, de dejar de correr atrás del conejo blanco, de dialogar con el gato risón, de tener meriedas con el sombrerero loco y la libre, es hora de despertar.



Thursday, July 14, 2011

Deseos de venganza (o no podrán contra el amor) [13/06/2011 11:53:14 p.m.]

Quisiera en este crepúsculo temido darte una sonrisa en la lejanía, un abrazo en la ausencia, una mirada en la oscuridad, y ser para vos una flor en el otoño, un hielo entre las brazas, un grito en el silencio. Y es que verte triste, saber que el brillo de tus ojos está ausente y que tu inocencia ha muerto tras un golpe seco llevándose toda esperanza consigo es un filo que recorre mis venas y me desangra a la distancia. Y la muerte hoy no es vida. Hoy la muerte es polvo amargo, suciedad, podredumbre, son escombros que caen y que duelen, como si de la condena injusta de un jurado nefasto se tratase.


La metamorfosis ya va a comenzar; ya siento el dolor que es signo de los cambios de los que soy capaz. Mis lágrimas se vuelven hierro que mi mirada ha de afilar para la cruzada que estoy a punto de iniciar. Y es que quisiera frenar el globo terráqueo, detener su eterno girar, aniquilar las cadenas que teje el tiempo, quebrar las manecillas del reloj e iniciar una hoguera tan tremenda que incendiara las nubes y todo lo que sobre ellas hay. Que mi furia vuelta rencor frente a la imposibilidad de salvarte mutilara cada ángel esquivo que de vos ha desviado su mirada, invadir el cielo para hacer que suenen las trompetas en alerta y se rompan los tímpanos sordos de la urbe que en su fría indiferencia no te supo cobijar. Voy a conquistar lo alto y lo bajo y a doblegarlo todo, a torcer el curso de la historia, someter el destino a las desgracias que él mismo te ha querido tan injustamente dispensar. Haré que la tierra tiemble, que se rasgue la noche, que el sol temeroso huya, que la luna cobarde se refugie en el averno. Voy a hacer tal caos, tal barullo, tal escándalo que ya nadie se atreva a ignorar la palabra del que sufre por la inocencia que muere. Voy a arder en tanto odio que se arrepentirán todos de su falta amor. Voy a hacer que llueva en el desierto y que se seque la mar, que se derrita el hielo de los polos y que se hiele el ecuador, que el viento arrase sin piedad las ciudades y derrumbe los ídolos huecos de ese ser inmundo que se arrastra sobre la faz de una tierra que ya va a morir; ese despreciable ente que dice ser humano, ese monstruo antaño temible, esa fiera salvaje que mil bajezas ha cometido, que a más de un niño ha devorado y que siempre ha intentado silenciar la voz de la anciana justicia.

Alcanzará el filo de mi mirada a todos aquellos que han crucificado la paz y daré fin a su existencia. Las vestiduras del creador se rasgarán, su barba se chamuscará y del espanto estoy seguro que se arrancará mechones de cabellos llorando y pidiendo perdón, arrepentido de haber sido un mal padre, de haberse olvidado del aquello que milenios atrás “vio que era bueno”; dejándote, en suma, a ti, mi querida, abandonada en el olvido, presa a merced de las juguetonas hienas que dominan la vida.
No quedará piedra sobre piedra, no habrá perdón, no tendré piedad.

¿cómo? ¿qué dices? ¿por qué lloras? ¿no crees acaso que es justa mi causa? ¿no crees que deben pagar por lo que te han robado en tu mirar, por lo que te han expropiado, por las partes que de ti han arrancado?


Gloriosa miel es tu voz, purísimo bálsamo tu abrazo, finísimas joyas tu mirada. ¡Oh, bendita luz de bien, has resucitado en mi regazo! Tus lágrimas hechas río han venido a enfriar mi ira, tus súplicas han dilatado el candor furioso que me consumía, tu presencia ha disuelto todo motivo de angustia.

Siendo yo quien quería salvarte y no podía, he sido salvado por tu amor y he perdonado todo el mal que este pueblo infiel me ha hecho en ti. Y ahora te veo y no lo creo. ¡Has vuelto a caminar! ¿qué es eso? ¿acaso eres tú entonando una canción?